La demanda de alimentos orgánicos, sin agrotóxicos, crece a cada año. Los huertos caseros tradicionales han venido para quedarse. No sólo para aquellos que tengan el placer de tener un patio o jardín, puesto que en la ciudad cada vez se está poniendo más de moda los huertos urbanos o el alquiler de espacios para cultivar.
En dichos espacios reconvertidos hay zonas para plantar hortalizas y plantas con propiedades benéficas para distintas dolencias, puesto que ofrecen muchas ventajas además de beneficios económicos y para la salud debido a las características de estas plantas.
No es necesario disponer de un terreno muy grande ni invertir mucho dinero. Sólo se necesita agua, luz y una buena selección de especies vegetales. Balcones, paredes y terrazas son superficies que, gracias a las técnicas de jardín vertical, coberturas verdes, huerta en macetas y canteros, ahora pueden convertirse en pequeños pulmones urbanos.